Su madre dice “niña” como si estuviera cantando una ópera. Las notas musicales estallaron en el bungaló de las dos habitaciones familiares de los García para darle una serenata a toda La Habana. Camilia mira el reloj. Son las seis y cuarto de un día despejado. Agotada, ella recorre el estrecho pasillo hacia la mesa de la cocina. No hay bacalao enviando bocanadas de bacalao salteado a todas las casas de la cuadra. Sin ropa vieja con su carne mechada especiada para que pique la lengua. Nada de bistec frito aderezado con capas de cebolla blanca.
Su madre dice “niña” como si estuviera cantando una ópera. Las notas musicales estallaron en el bungaló de las dos habitaciones familiares de los García para darle una serenata a toda La Habana. Camilia mira el reloj. Son las seis y cuarto de un día despejado. Agotada, ella recorre el estrecho pasillo hacia la mesa de la cocina. No hay bacalao enviando bocanadas de bacalao salteado a todas las casas de la cuadra. Sin ropa vieja con su carne mechada especiada para que pique la lengua. Nada de bistec frito aderezado con capas de cebolla blanca.
el cadáver es el lienzo
–“Instrucciones para el descubrimiento,” de Una teoría de las aves por Zaina Alsous
el cadáver es el lienzo
–“Instrucciones para el descubrimiento,” de Una teoría de las aves por Zaina Alsous
El alféizar de la ventana de la cocina está lleno de frascos de medicamentos recetados. Cuento tus pastillas y las pongo en la mesa. Te sirvo un vaso de jugo de naranja. Pongo el café. Puedo escucharte en el baño, haciendo tus labores de belleza diaria. La llave del agua abierta, la secadora prendida, el ruido del maquillaje en el lavamanos. Sobre la mesa están los tulipanes de nuestro aniversario. Las corolas ya están demasiado pesadas para sus tallos. Una vez me dijiste que son las flores más hermosas para ver morir. Hace mucho tiempo, un tulipán era solo un tulipán.
El alféizar de la ventana de la cocina está lleno de frascos de medicamentos recetados. Cuento tus pastillas y las pongo en la mesa. Te sirvo un vaso de jugo de naranja. Pongo el café. Puedo escucharte en el baño, haciendo tus labores de belleza diaria. La llave del agua abierta, la secadora prendida, el ruido del maquillaje en el lavamanos. Sobre la mesa están los tulipanes de nuestro aniversario. Las corolas ya están demasiado pesadas para sus tallos. Una vez me dijiste que son las flores más hermosas para ver morir. Hace mucho tiempo, un tulipán era solo un tulipán.
La Musée National Gyeongju, République de Corée
La Musée National Gyeongju, République de Corée
Mon cheval doit être fou,
la magie et la terreur sont comme les deux extrémités
d’un piège à doigts chinois, tressé et relié.
Mon cheval doit être fou,
en tramant au travers la chaîne de nombreuses
morts frôlées, les flèches ennemies font coucou en passant.
Le risque est une lame aiguisée dans l’espace
entre la vie et la perte, un ange-bolide—
souffle pur.
Mon cheval doit être fou,
la magie et la terreur sont comme les deux extrémités
d’un piège à doigts chinois, tressé et relié.
Mon cheval doit être fou,
en tramant au travers la chaîne de nombreuses
morts frôlées, les flèches ennemies font coucou en passant.
Le risque est une lame aiguisée dans l’espace
entre la vie et la perte, un ange-bolide—
souffle pur.